11.12.10

Desde adentro.

De vestidito y sandalias, Flor se subió al 57 rumbo hacia el lejano oeste. Destino final: Ultrapostergado bautismo de sobrina en General Rodriguez . Escala: Moreno, primero se encontraba con papá que la esperaba en la parada virtual en el medio de 'la gaona', después buscaban a mamá y emprendían viaje.
El 57 estacionó, abrió la puerta y flor fue bienvenida con olor a goma quemada. Welcome to the jungle, baby, ESTO es Moreno. Papá esperaba del otro lado del puente, porque las gomas humeantes obstruian el lado conveniente. Los dos buscaron a mamá y se adentraron de nuevo en 'la gaona', hacia el destino final de la tarde. Pero lamentablemente no pudo ser. Lamentablemente 15 monchos (como mucho) de gorrita y zapatillas de resortes habían decidido instalar sus gomas quemadas, su patoterismo, sus palos y su mierda en el medio de la autopista (privada) , decidiendo que todos los que estábamos ahí no íbamos a llegar a destino. Alta galleta se armó. Apareció gendarmería, a los tipitos de verde se les hacía agua la boca por ir a agarrarlo del cogote. El ambiente se empezó a caldear, la gente varada se empezó a escuchar y también las puteadas a los gritos por parte de los que venían a toda velocidad de la mano de enfrente. Flor trataba de mantener la calma, pero miraba el reloj y no podía dejar de calcular la distancia inicial hasta el piquete y considerar la aceleración del auto para sacar la velocidad final con la que les hubiese pasado por arriba y les hubiese hundido la cabeza, 'porque pasando a 150 km/h si no se corren son suicidas, suicidio no es homicidio', pensamientos, bah.
Con el humo negro como telón de fondo, los autos se convirtieron en personas. Viejos, bebés, embarazadas, cuellos ortopédicos, gente común; que cumple con sus obligaciones pero por decisión de otra gente a veces no puede gozar de todos sus derechos y no sólo eso, se ven obligados a ser los corderos de otras "personas" para no salir lastimados y/o resguardar las cosas que lograron con sudor de frente.
Ya iba hora y pico, el bautismo era historia. Flor juntó, juntó, juntó, juntó. Preguntó a un pelado que carajo pasaba, y la respuesta fue odiosa: 'les cortaron la luz' . El problemita es que Flor viene juntando hace mucho, porque no puede entender todo esto y se le vuelve intolerable. Y todo lo que juntó se transformó en la fuerza impulsora que la hizo bajar del auto y empezar a caminar para adelante, sin ver nada, sin escuchar nada, podrida, hinchada las pelotas, desbordada.
Caminó y rápidamente llegó, alcanzó el humo negro. En escena estaban los tipos verdes omniscientes (por qué CARAJO tienen que ser omniscientes???) , gente común a los gritos y gente de la otra, con sus patoterismo, sus palos y su mierda.
Flor se paró, observó y escuchó tiesa y muda. Caos total. 'Queremo la lu!, queremo al intendente!' y gritos gritos gritos.
En eso una mina, una de esas, de bermuda, con los puchos en la cintura, botella de vidrio en mano y sin la mitad de los dientes, se paró en el medio: 'HASTA QUE NO NOS DEVUELVAN LA LUZ, ACA NO PASA NADIE!'. Fue el dedo que subió el interruptor en mi cabeza. Mi sobrina, yo, vos, aca , hora y pico, quien sos vos, tu mierda, mis derechos, tu mierda, mi sobrina, mi sobrina, mi sobrina, la botella, tus puchos, quien carajo en el mundo sos vos. De vestidito y sandalias, el contador me fue de cero a 100 en un segundo, y de repente tenía más pulsaciones por minuto que las que había tenido en lo que iba del día. De repente me le fui encima, le grité una maraña de cosas que me retrucó con mas gritos y que fueron los argumentos de por que, inmediatamente después, la iba a agarrar del cogote. Sentí manos en el cuerpo que me frenaban y me tiraban para atrás, sentí la voz de mi vieja, sentí calor, mucho calor y vi como la cosa esa retrocedía. El dueño de las manos era un gendarme, me sacó, me salvó, la salvó. Me volví al auto con el mismo impulso con el que había bajado porque supongo que mi cuerpo entendió que verdaderamente había perdido los estribos y me protegió de que haga cualquier cosa sin enterarme . No hablé por un rato, la sangre ebullía.

Sentí bronca pero después sentí un poco de vergüenza y NADA de arrepentimiento. 'Flor! Por qué te bajaste?? es peligroso! no tenes que hacer esas cosas!' Me dijo la esposa de un familiar de una familiar. Le contesté con una encogida de hombros, pero la respuesta resonó adentro mio.

Es que ya estoy hinchada las pelotas de que me violen.

3 comentarios:

Mechicabota dijo...

Venite a casa, tomamos unos mates y quizás pueda lavar la imagen morenense que quedó en tu cabeza.
La verdad, increible. Te re entiendo. Ahora... ¿por qué esa protesta tenía lugar en la autopista? O sea... ¿no sería mejor en la puerda de Edenor, en la municipalidad o en cualquier otro lado?
No me cabe.

Flo® dijo...

Ja, no se si prefiero que me laven el Moreno que me queda o que me lo dejen, como oasis de esta ciudad neurótica. Capital me pone mal, violenta, intolerante, alterada, histérica y ansiosa.

Me voy a ir a vivir a la montaña, donde todo es poco pero igual alcanza (8)!
Despues te invito a matear a mi cabaña. Beso!

Anónimo dijo...

Hola Flor, no sé como llegué a tu blog. Trabajo en Moreno y varias veces padecí estas cosas. Una vez fue sobre la ruta 25. Harta de que no me dejen pasar y asustada porque se me hacía de noche, le dije al que iba conmigo: "agarrate porque voy a acelerar". Y aceleré nomás (después de ver que una camioneta pasó antes por encima de gomas casi apagadas). Aproveché un hueco y pasé por arriba de un fueguito leve... Cerré los ojos y pensé "que nadie se cruce". Y seguí... Qué suerte que no estoy sola con mi furia... Paula