3.12.10

2010 académico: The end.

Uno duerme mal, se duerme en todos lados, se para sólo para ir al baño y come comida rápida. Se queda hasta altas horas de la noche, hasta que los ojos se le cierran y es la cama o el suicidio. Uno lleva los apuntes a todas partes; el bondi, el baño, la pieza, el bar, la oficina, el baño, el bondi, el baño, hay que invertir el tiempo y todo sirve. Toma café, ibupirac, café, mate, café, coca, ibupirac, café, surfeando la úlcera gástrica.
Todo se sucede con menos normalidad cada día, hasta que empieza a vivir dormido caminando y a ver el mundo igual que lo ve en los sueños. Uno no sabe si la cosa camina o es todo al pedo, porque mientras lee un renglón se vuelve imposible recordar el de arriba. Pero se sigue. Uno se sigue acostando 4am y levantando 7am, y con la úlcera y con las ojeras y con la motricidad fina seriamente afectada. Y uno sigue hasta que llega el día del despertador más temprano y TODOS los apuntes a la mochila. Sin desayuno en el estómago, va a la parada del colectivo a la hora que todos se despiertan. A la hora que todos se levantan, entra al aula. En el lapso de tiempo entre que uno se sienta y le dan la(s) puta(s) hojita(s), uno recuerda que ese es uno de los momentos más apestosos de la vida. Agarra la hojita, la mira, la mira, escribe cosas sin sentido, la mira. GGAAAAHHHHAAAAHH! Respira hondo... y dale que va.
El calvario se acaba, no importa cuanto dure, uno sabe que a las tres, cuatro, cinco horas se acaba.
Y uno vuelve a ser casi persona cuando entrega el producto de todos estos días de mierda. Huye de la escena del crimen viendo a la gente pixelada y en slow motion. Una vorágine que se acaba clavando el freno de mano.

La confusión dada por el impulso remanente de seguir dándole a las guías de problemas wherever-whenever, seguida de paz brutal y tiempo al pedo, son el verdadero premio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo concluye al fin...

A Yoshi le gusta esto.