29.3.10

Desde el Lejano Oeste, como siempre.


Como siempre, llegué a la estación con los ojos pegados, pensando en la estresante lucha por entrar a algún vagón del Sarmiento. La mecánica es siempre la misma: siempre hay un tren hasta las tetas parado, por salir, y un montón de gente esperando al que viene. Ese, ya llega lleno de gente que se sube en Merlo o Paso del Rey, se sienta y después vuelve a Once (que ganas de perder tiempo, por dios). Eso hace que queden vacíos 3 asientos por vagón y sea motivos de asesinato. TODA la gente que está esperando en el anden, se disputa esos malditos 3 lugares.
Respecto del momento en que abren las puertas del tren, he visto cosas de todo tipo; desde codazos limpios para entrar, patadas, gente agarrando de los pelos a otra gente, bajándola o sacándola del asiento que esta por ocupar, aplastamiento, gritos, hasta una vez un tipo que entraba a las escupidas. Obvia e inevitablemente, por haber 15 personas por metro cuadrado, uno casi siempre la liga de rebote. Aunque no es mi intención hoy explayarme en vivencias de tren, porque las cosas que he presenciado dan para un libro; por cantidad, originalidad y variedad. Acabo de percatarme la fuente inagotable de ideas que son los viajes en transporte público, así que probablemente, lo haga en posts venideros.
Volviendo a la mañana de hoy, en esa escena repetida de lucha por entrar y lucha por un asiento y lucha por un metro cuadrado de piso y lucha por un centímetro cúbico de oxígeno o por un centímetro lineal de caño de donde agarrarse; se abrió la puerta del tren recién llegado y un muchacho (entre paréntesis, uno de los TANTOS que se cuelan porque llegan al andén por el costado, saltando el alambrado) entró con un envión importante, topándose con otro tipo que imprimía presión en otra dirección. Cuestión que, a pesar de que la actitud de ambos no era diferente a la que tiene el 99% de la gente el 99% de los días, los sentimientos de uno de ellos parecieron haber sido heridos y de repente se escuchó un furioso 'QUÉ HACÉS VIEJO DE MIERDA!??!' e inmediatamente los dos inadaptados (por no usar calificativos indeseables) estaban matándose a piñas adentro del tren. Yo ligue un codazo en la cabeza, pero los tipos siguieron la revolcada afuera. Se dieron, se dieron; hasta que el mayor quedo tirado y el otro, el colado, entró a presión generando el último metro cúbico remanente de vagón para su cuerpo de golpeador golpeado.

‘TREN SALIENDO DE PLATAFORMA 1, PARANDO EN TODAS LAS ESTACIONES HASTA MORÓN; DE MORÓN RÁPIDO A LINIERS. LINIERS – FLORES, FLORES-ONCE.'  



Las puertas se cerraron y otro carguero de gente salió desde el Lejano Oeste hacia la Gran Ciudad.

No hay comentarios.: