Ni bien se reencontraron, se chocaron con la pared de hielo de las cosas cambiadas de lugar. Se buscaron, se vieron de a ratos. Cada tanto ella le diluía con sonrisas su tristeza constante por tener que volver otra vez a una casa de uno. Y al verle los ojos después de todos esos minutos lejos, inventó sin querer una manera nueva de decirle que la amaba.
Una manera sin palabras, sin voz, más bien en forma de sentimiento; que la atravezó como la primera ráfaga de una tormenta de verano cuando se mete de repente y hace volar todo.
Un sentimiento de ojalá. Un sentimiento que desde la piel se le volvió frase; una frase que quedó encerrada en su cabeza, pero se le colaba por los iris mientras la tenía enfrente.
'Te amo', le dijo sin hablar cuando la miró y sintió
Que adornes la pared de tu cuarto con un póster y que un día lo tengas que cambiar de pared por alguna razón, o lo tengas que sacar porque se rompió o porque ya no te gusta y lo tengas que mandar al sótano o adentro de una caja bien alta arriba del placard ...ok, te lo banco.
Ahora, que las personas sean pósters...nah, no jodamos.
Mover a las personas y guardarlas como pósters es una acción que
Fueron los cambios de escenario las vedettes de este año. Fue como, de repente, despertarme, mirarme al espejo y tener otra cara (con una arruga), mirar a mi familia y que esté distinta y yo en lugares que nunca me imaginé y con gente que ni se me cruzó en situaciones ridículamente inimaginables.
Una vez fuimos novios y fuimos jóvenes. Tuvimos a los chicos, nos hicimos la casa. Una vez el abuelo amasaba los ravioles y nos esperaba. Y nosotros caiamos con el postre.
Una vez la abuela nos prestaba plata y cada tanto cuidaba a los nenes.
Hasta que un día, con papá, miramos alrededor y no había nadie más grande que nosotros. Me vi amasando ravioles y cuidando a los nenes. Cuidando a la abuela.
Un día empezamos a ser los abuelos. Y ustedes, nuestros nenes, los jóvenes que un día fuimos.
Me da miedo eso, ma.
Yo recién este año, después de 65 años, por primera vez en la vida sentí miedo.
Y yo después de 24 por primera vez me sentí sola.
Es la vida, mi amor. Los escenarios cambian y uno también, porque nunca deja de aprender.
"Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al revés. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto." Julio Cortázar - Del capítulo 93 de Rayuela
“Los conceptos de física clásica se han desarrollado a partir de la experiencia en el mundo macroscópico y no describen adecuadamente el mundo microscópico. La evolución ha moldeado el cerebro humano para que permita entender y tratar adecuadamente los fenómenos macroscópicos. El sistema nervioso humano no se ha desarrollado para ocuparse de los fenómenos que ocurren a escala atómica y molecular, de manera que no debe sorprendernos que no podamos entender completamente los fenómenos.”- Ira Levine ; del Prólogo de "Química Cuántica".
“Ahora escribo pájaros. No los veo venir, no los elijo, de golpe están ahí, son esto, una bandada de palabras posándose una a una en los alambres de la página, chirriando, picoteando, lluvia de alas y yo sin pan que darles, solamente dejándolos venir.
Tal vez sea eso un árbol o tal vez el amor.” Otra de Julio.
"The heart has reasons that reason does not understand." - Blas Pascal.
Fa. Parece ser que de verdad hay gente que no tiene problema de fumarse incapacidades, la incapacidad de entenderlo todo o la de decidir sobre ciertas cuestiones, por ejemplo. Pero además te lo muestran con una insoportable levedad (del ser) de que ser así no cuesta nada.
El resto, los que vamos hasta el último por qué del tarro, mientras nos va pasando lo inevitable e inexplicable, perdemos tiempo y energía tratando de entender, de poner cosas en cajas y a las cajas nombrecitos; nadando en un moco de insatisfacción con la incomodidad de llevar un palo metido en el orto, mientras nos rompemos la cabeza buscando la manera de atarnos el pelo con los codos e intentando hacerle entender a un ciego lo que significa "rojo".
Enorme cabezotas fundadoras del moco
que no entienden que hay cosas que no se entienden,
que hay cosas que no se deciden
y que la paz no está en encontrar la respuesta sino en abandonar la búsqueda al aceptar, de verdad, que la respuesta no existe.
Menudos idiotas que nos dedicamos a pensar
y nos perdemos de vivir.
Yo no soy quien para hablar mal de nadie, pero Osvaldo..
era un irrespetuoso,
un tremendo hijo de puta,
un ignorante,mentiroso,
un avaro mal criado,
un jodido,hincha pelotas,
un estupido,un tarado,
un sorete mal cagado,
drogadicto y maricón.
Osvaldo era un
inoportuno,
tan feo como la mierda,
medio gil,medio boludo,
inconstante insolente,
un corrupto malicioso,
una bosta indecente,
un creido fastidioso,
un deficiente mental.
Osvaldo era un vago perezoso,
un injerto intorerable,
un abusador, un flojo,
imperfecto en todos lados,
sucio, tan desagradable,
insoportable tacaño,
pasa a ser imperdonable,
altanero,estafador.
Yo solo se que Osvaldo
es un arrogante sucio,
un inmoral incurable,
indecoroso, indeseable,
para nada razonable,
un pésimo infame,
irresponsable, indignante,
indisciplinado, inepto,
indiscreto, incumplidor.
Asaltada por la verborragia de tener algo para decir pero sin saber bien qué, me senté (con coca al lado) en la penumbra de esta madrugada, a esperar que mis dedos solitos decidan qué tipear.
Me veo y acá estoy, sola en este living alquilado. Sola; ni cabe cuestionarse si está bien o no porque no es un estado, es un hecho, estoy sola.
Esto a veces se siente como tener un grano en la oreja, otras como un cuchillo en el hígado y otras como un pulmotor.
Aunque en algún momento no lo haya creido así, nadie tiene la culpa de que yo esté acá sola, ni siquiera yo; porque lo que pasa es lo que tiene que pasar por ser seres finitos, con contorno, dotados de una interfaz que nos separa del aire y el aire del resto del mundo.
De ninguna manera estoy diciendo que me siento sola, de hecho, todo lo contrario; estoy todo el tiempo megamil rodeada de personalidades presentes, tanto para hacer bien como para hacer quilombo. Pero estar sola si. Es lo que pasa tarde o temprano. Tarde o temprano te sueltan la bici y tenes que salir andando sin rueditas. Y te la das. Mil y una veces te la das. Pero yo quiero hablar de otra cosa; traumática, enloquecedora.
Porque mi locura viene principalmente por esa cosa.
Terrible.
Escalofriante.
Desesperante.
Que voy a tratar de explicar.
El reloj se mueve aunque no lo percibas, canta un tic tac asesino que adormece.
Pero de repente te despertás y mirás alrededor todo confundido, como alguien que se despierta de una siesta en un lugar atípico a una hora que no tiene sentido; como lo que vino después de abrir los ojos esa vez que la loratadina me hizo un efecto casi narcoléptico en una plaza y me perdí en un sueño ceniciento abosluto.
Así, te despertás y ves que pasó el tiempo.
Y ahí la catástrofe: un proceso inconsciente que se vuelve consciente y paraliza.
Y la catástrofe es la locura.
El shock.
La sorpresa.
La conciencia.
Las cosas cambiaron de lugar aunque no las hayas visto moverse.
Te voy a dar un segundo para que pienses en lo aterrador que es eso:
Las cosas cambiaron de lugar aunque no las hayas visto moverse.
(...)
Rebobinar la película me muestra hoy escenarios que no puedo creer, de a montones.
Escenarios de todos los aspectos, de todos los colores.
Foto A sacada el día X y foto B, de lo mismo, sacada algunos varios días después y veo que son sutilmente o completamente distintas y me pregunto qué demonios pasó en el medio.
Y cómo.
Y dónde estaba yo cuando pasó.
Es que sí, estaba durmiendo una siesta en un lugar atípico y cuando me desperté, las fotos A, las fotos B, todo el combo de sensaciones y el álbum de escenarios se fundieron en uno solo.
Fue abrir los ojos a la madrugada, aturdida por el tic-tac asesino y verme el cuerpo escribiendo desde la sombra,
Hija. En el camino te vas a encontrar con piedras gigantes. Pueden ser obstáculos que te
detengan ahí, llorando y rompiéndote la cabeza.
Pero también pueden ser escalones que te ayuden a subir más alto, para después ser
capaz de pasar por arriba de piedras más grandes.
El secreto es que lo que sean, depende de vos.
Y despues de esa frase de sábado a la tarde, en un viaje de tren voy pensando
que si en kick no me pusieran a pelear con pibes que la tienen clara,
si no me hubiese enfrentado al tránsito de Corrientes y 9 de Julio cuando era una pichi,
si no tuviese que romperme la cabeza para llegar a fin de mes,
aunque los pibes me fajen y en la calle me hayan cagado a bocinazos y algunas veces el día 30 me vea comiendo galletas de arroz, me hubiese perdido de aprender muchas cosas.
Son las dificultades las que te estiran ampliando los límites de tolerancia.
Es el ampliar los límites de tolerancia lo que ayuda a soportar situaciones.
Es el soportar las situaciones lo que a la larga te enseña a manejarlas.
Vos y yo sabemos bien que en algún momento las lágrimas, heridas y cicatrices cobran sentido. Así que ya lo creo, ma.
Si en una comedia romántica se filmara y se incluyera el momento en el que el novio de la infancia, la mucama que espía en secreto, la novia de hace diez años, el novio a punto de casarse, el compañero de oficina confidente, el mejor amigo, la esposa ama de casa, el marido perfecto o cualquiera de todos esos personajes que al final de la historia se quedan con las manos vacías, de repente logran ver todo claro y se vuelven conscientes del lugar que ocupan dándose cuenta de que esa no es su película,
Andan por ahí mostrándonos el horror; reflejando nuestro lado más patético, irritante, idiota, inmaduro, estúpido y horrible. Naturalmente, cuando vemos uno lo queremos evitar, lo queremos romper o nos queremos escapar, o cerrar los ojos para siempre o al menos hasta que desaparezca.
Son espejos tresdé.
Son odiosos espejos tresdé que visten y calzan y comen y cagan y cogen.
Son personas que nos ponen de cara a todo eso de nosotros que está ahi, pero no queremos ver.