28.7.09

De armas.

Un arma es todo aquello que confiere poder a quien la porta, colocando al sometido en una posición de inferioridad, ya que el portador ejerce control sobre éste , cuando de ella hace uso.

El concepto de 'arma' carecería de sentido si no existiera el término  'sometido'; es decir, si no se quisiera tener control sobre algún aspecto de un individuo, situación que lo coloca en la categoría de 'sometido'. 

La efectividad de un arma, es la potencial capacidad de la misma de ejercer el efecto deseado sobre la víctima. Es frecuente una confusión acerca de los factores que hacen a dicha propiedad, ya que suele perderse de vista que la efectividad depende tanto de las características de la víctima (que determinan su vulnerabilidad), como de los conocmientos portador (en el sentido de que realice un correcto uso del arma); pero NO depende del arma en cuestión. No depende de su naturaleza ni de cuan sofisticada sea. Naturalmente, llevarse un rifle a  la cien y dispararlo, es tan letal como llevarse una bazooka a la cien y dispararla. Solo se requieren dos conocimientos: que un disparo de arma de fuego en la cabeza mata, y que el rifle y la bazooka son armas de fuego.

Si trazamos la equivalencia entre usar un arma y ejercer control, lo anterior se traduce en que para ejercer control, deben conocerse sólo dos cosas: arma apropiada y punto débil.

Tanto los sometidos como los portadores, existen en dos sabores: los conscientes y los inconscientes. Un portador consciente adquiere deseos de hacer uso de un arma por sentirse en situación de inferioridad respecto del potencial sometido, no puede ser de otra manera.  Pero sin dudas son los segundos, la especie más peligrosa en cuanto a los portadores, y la especie más vulnerable en cuanto a los sometidos. 

Contrariamente, la variedad de armas se acerca al infinito. Sofisticadas o simples, grandes o casi invisibles, tangibles o no. Es que al fin y al cabo, si se utiliza de manera apropiada, todo lo que nos rodea es en cierta forma un arma potencial. Objetos, palabras, olores, miradas, imágenes, recuerdos. Y para andar por este mundo con la misma cantidad de libertad con la que llegamos, dos cosas son indispensables para no matar ni morir en el transcurso; ser responsables y estar atentos. Porque inevitablemente, y aunque potenciales,

todos somos sometidos,

todos somos portadores

y todos somos armas.

1 comentario:

Flo® dijo...

Y todo esto se me ocurrió mientras una masajista sesentona dedos de seda hacía su trabajo sobre mi espalda, haciendo que no exista diferencia entre mi persona y un flan.Y así me vi sometida inconscientemente a un portador, aofrtunadamente,también insconsciente.Porque sino me podría haber sacado la billetera o un riñon..y yo iba a seguir llena de felicidad y con ese esbozo de sonrisa estúpida.