Las hormigas podemos cargar cosas de hasta 50 veces nuestro propio peso y 30 veces el volumen de nuestro cuerpo, cualidad que explotamos para construir nuestro nido y llevar comida hasta él.
Somos particularmente fuertes.
Y pacientes.
Y ambiciosas.
Y testarudas, un poco.
Pero a la vez particularmente chiquitas; tan chiquitas que los seres grandes se nos suelen confundir con paredes.
Y eso es realmente peligroso, porque no nos damos cuenta de que no son paredes hasta que se mueven.
Y eso es realmente peligroso, porque son seres mucho más grandes, realmente pesados, capaces de aplastarnos todo, aun sin darse cuenta.
Y si. Es así.
Pero algo de valentía también tenemos.
Porque sino no podríamos construir en ningún lado.
Y porque 50 veces nuestro propio peso, no es poca cosa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario