14.9.11

Operación.

Corazón (disculpen las molestias) by Laika on Grooveshark


Pasó cuando me subí al colectivo y metí la mano en el bolsillo para sacar las monedas. Ahi fue cuando sentí el auch. Solamente el roce contra el bolsillo hizo que se mueva lo suficiente para que me duela EN SERIO. 
Me miré el dedo y ahí estaba, clavado en la carne para el lado de adentro, con una punta dura y blanca. Sólo dolía cuando se movía, pero se movía a cada rato porque tocaba contra todo, como si usara más esa parte del dedo desde que tenía el pellejito forro ese ahí. 
Y molestaba, molestaba, molestaba; cuando no rozaba contra nada el dedo me latía un poco.
Puede ser que este pedacito mierdoso de piel me esté cagando la vida de esta manera?
Podía.
Molestia absurda que ya no soportaba, me senté en un asiendo contra la ventanilla (de los que son de a uno) y pensé en operármelo, ahí mismo. No, mejor no, un colectivo no tiene el estado higiénico adecuado para ninguna intervención quirúrjica ni yo suficientes cosas en mi bolsito; ni gasas, ni alcohol, ni jabón, ni agua oxigenada, ni alicate, nada. Ah, si, una carilina. UNASOLA.
Uf, pero me dolía. 
Chiquitito y tan hijodeputa.
No lo quiero ahi. No lo quiero más, me hace mal, aunque no pueda, no sean las mejores condiciones, no lo soporto, me hincha las pelotas, y si lo muevo me duele, me duele de muerte, de puta madre, no lo quiero, basta.
Agarré la carilina y di comienzo a la operación.
AY, NO. Fue cuando empecé a tirar que pude ser consciente de lo profundamente clavado que lo tenía. Y no sólo clavado, enroscado, como un tirabuzón.
Tirando empezó la sangre.
Tirando aumentó el dolor, exponencialmente, terriblemente, de manera insoportable. Me hizo doler la panza y transpirar frio.
No, no, no. No vale la pena sacarme esta mierda si me va a doler así, si sacarlo me descompone del dolor prefiero elegir llevarlo para siempre clavadito y que sólo me moleste. 
NO. No lo quiero más ahí.
Seguí tirando. Me lo estaba arrancando, me estaba arrancando la piel, me estaba bajando la presión, saliendo sangre, pinchando el cuerpo, doliendo TODO. 
No puedo. No quiero. No lo soporto. Paré de tirar. Más sangre. Dolor insoportable pero que no encontraba el punto, no valía la pena.
No valía la pena?
Carajo.
Seguí tirando, un poco más, ay, si, un poco, mierda, un poco....

PUF.

Lo saqué.

Me empezó a sangrar el dedo vilentamente pero tenía mi carilina salvadora (siempre hay que andar con una carilina salvadora). Respiré aunque estallaba del dolor. Tenía los ojos llenos de lágrimas. Lo peor había pasado.

Ahora me sangra, me sigue sangrando y me duele. Me duele remanente. Me pincha. Me duele y me acuerdo de que lo tenía clavado.
Me costó decidir sacármelo. Me costó más sacármelo y mas de lo que me costó, fue lo que me dolio. 
Pero no lo tengo más.
Ahora puedo tocar cualquier cosa. O todavía no, pero en un rato voy a poder.

El sangrado tarde o temprano, va a parar.

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