1.11.10

(A) roces

Estoy acá para la posteridad. Para decir que yo lo vi, yo fui parte, y desde éste lugar escribo como testigo y protagonista. Tuvo origen en una idea, y sobre ella un imperio y una guerra silenciosa que todavía no llegó a su apogeo.

Hace tiempo que mis descubrimientos golosineros tienen origen en el kiosco de la facu, el del centro de estudiantes. Éste fue un hallazgo de ese lugar, allá por septiembre del año pasado más o menos.

Intervalo durante, haciendo un escaneo rápido, mis ojos detectaron algo nuevo: ALFAWHAT?? Me acerco: ‘Alfajor de arroz...chocolate + dulce de leche a sólo 74 Kcal cada uno’ Bueh, vamo a ver de que se trata. El chocolate era MUY amargo y el dulce de leche era de mentira, pero en líneas generales zafó y mitigó mi ansiedad de gorda, casi un oasis para mi dieta. Además del pedazo de telgopor, me comí muchas gastadas de gente que de todos modos, no dudó en mordérmelo y, a pesar de eso, pronto pasó a ocupar el lugar de mi colación top.

Así empezó, así lo vi nacer, pero lo que siguió fue cada vez más intenso.

Choco Arroz conquistó los maxiquioscos, ofreciendo su ejemplar de chocolate amargo relleno con ‘dulce de leche’ (comillas comillas). Alfarroz, su river, se impuso rápidamente compitiendo por un espacio en la góndola. La lucha era pareja hasta que una noche, en una estación de servicio de Almagro, pedí un alfajor de arroz y me dieron uno gordo, de etiqueta verde, un nuevo personaje en escena: Natuel. Con su grotesca capa de chocolate y desbordante dulce de leche (comillas comillas), pasó a ser mi marca predilecta (la vida de los que hacemos dieta, a veces puede ser muy triste).

La guerra acababa de empezar.

Fue una desgracia con suerte, la que trajo a mis manos otro personaje. Yo esperaba envolver mi lengua con ese dulce de leche (comillas comillas) de la pseudogolosina de etiqueta verde, pero me encontré con otra cosa: El Natuel relleno de limón. Con gusto a ‘Tita’ , la variante se impuso en territorio no ocupado por las preexistentes Choco Arroz y Alfarroz. La primera no tardó en alcanzarla: Choco Arroz relleno de limón, pronto pobló las exhibidoras. Natuel no se quedó en el molde, variantes de chocolate negro y relleno (vomitivo) de naranja y de frutos del bosque anotaron otro tanto. Durante esa puja, Alfarroz se puso a tono introduciendo en los maxikioscos su ejemplar negro relleno de limón, pero además aprovechó el descuido de sus dos competidores adelantándoseles con una jugada clave; lanzó la primer versión de la pseudogolosina, vestida de blanco: El Alfarroz con baño de yogurt y relleno de dulce de leche. Choco Arroz soprendió con una nueva edición negra, pero ésta vez, con un bien logrado sabor ‘Marroc’.

En algún momento subió al escenario un personaje superlativo, cuyo linaje lo hacía un peso pesado. Entró pisando fuerte y no me equivoco al afirmar que metió miedo a sus enemigos, porque un Cachafaz es un Cachafaz, aunque tenga tapas de arroz. Sin embargo era demasiado rico como para ser light y no nos equivocamos. Al leer el rótulo caíamos en la cuenta que, en efecto, doblaba en sabor pero también doblaba en calorías a sus contrincantes. Entonces, su imposibilidad de catalogar como ‘colación’ (sino más bien como ‘permitido’ ) le impidieron convertirse en un actor protagónico de este cruce.

Por un tiempo la lucha siguió estática. Las cartas estaban jugadas y los actores batallaban de sol a sol en la calle, mano a mano, a fin conquistar el corazón del consumidor a dieta o celíaco. La tendencia a la estabilidad parecía inminente; pero en secreto, Choco Arroz trabajaba para dar el batacazo otra vez; inédito; lanzó el Choco Arroz relleno de dulce de leche pero... cubierto de chocolate blanco! Y nada de comillas, chocolate blanco, carajo!.

Y para ese estadio, habiendo ya definido claramente mi inclinación, pensé que nada más podía pasar en el escenario de esta guerra. Wrong. Los últimos golpes que presencié, los dio Natuel : versión cubierta de chocolate blanco y relleno de avellanas, ‘Natuelitas’ (galletitas de arroz sabor limón, rellenas de nada, pero menos calóricas) y versión triple (sobredosis de bienestar ¿? ) rellena de yogurt de frutos del bosque.

Si, pienso lo mismo que vos ; que me compre una vida y también que esta gente ya la limó, con L grande. Pero no me animo a decir que acá termina la historia, porque si algo aprendí de presenciar este año de lucha, es que nunca está dicha la última palabra.

2 comentarios:

unnerd dijo...

Ah bueh! Sos muuuy grosa, sabelo.

unnerd.

Anónimo dijo...

hola Flo,
Excelente tu relato.!!!
Contactate please por www.chocoarroz.com
Queremos enviarte un presente.
Saludos