5.11.09

Evasión.

"Señora, que lindo que sus hijos sean sanos. Lo que mata es el ambiente, yo se lo que digo porque las pasé. La estoy pasando. Uno les da lo mejor, pero no puede encerrarlos, y la junta los mata. Mi hija era una chica sana, de su casa, buena alumna, que no iba a bailar, que se preocupaba por la contaminación ambiental. Amorosa. Hasta que se fue con un tipo, y no la veo hace como 4 meses. Y yo que le voy a decir? En cuanto le dije algo, se me retobó y se me fue de casa. Y yo le dije 'bueno, si vos te queres ir y estas contenta así, andate; vos ya tenes tu vida, pero a mi no me parece bien, y yo estoy tranquila de que a vos te eduqué y te enseñé '. Yo con mi hija estaba lo más bien y ahora me tiene de enemiga señora, de enemiga! Y yo prefiero eso vio, estar como estoy ahora, que por lo menos no tengo relación pero se donde está...en la casa del tipo . "

"Pero cuántos años tiene su hija?"

"Trece."

"Y el muchacho??"

"Treinta y dos."

"Pero el hombre no se la puede llevar señora, su hija es menor! eso es abuso!"

"No señora, mi hija se fue porque quiso, si es consentido, de que abuso me está hablando? mi hija esta embobada con el muchacho este. Yo ahora estoy contenta igual, porque aunque mi hija no me habla yo se que tiene contacto con la que viene a ser mi nuera vio? y bueno, se que está bien. Que voy a hacer? cuando se canse volverá. "

"Pero señora, usted no hizo nada?? y si es un tratador de blancas y se la lleva a la frontera?? "

"Si señora, fui a la policía, pero usted sabe, que en la policía son todos más corruptos que los corruptos, y no me llevaron el apunte"

"Pero usted no tiene que ir a la policía! tiene que ir a un juzgado de menores! "

"Y si yo no se donde es el juzgado de menores, que quiere que le haga? "

"Es en Mercedes el juzgado"

"Yo soy de Marcos Paz señora, mire si me tengo que ir a Mercedes, además los jueces también son todos corruptos....No me queda otra señora, que le voy a hacer."

Fue así como la escucha  casual de esa pseudoconversación (con más monólogo que interacción) entre dos cincuentonas de niveles socioculturales marcadamente diferentes, se convirtió el empujón que necesitaba para bajarme del tren una estación antes de lo habitual. Consecuentemente, la evasión me obligó a tomar el subte en una estación distinta y más lejana a la que rutinariamente suele ser la de origen; pero afortunadamente, es la estación posterior a la que sale el subte. 

Sirvió.

Gracias señora, desde ese día ya no viajo mas en subte como sardina enlatada.

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