18.2.09

Stress mental.

Es un mal del cual soy víctima.
Puedo describir fisicamente lo que me produce, puedo enumerar las causas que elevan el nivel, pero el stress mental es algo inexplicable.
El stress mental es algo que extrae toda la paz que pueda tener, succionandomela de cada cachito de mi ser. Acelera el ritmo cardíaco, la respiración. Me invade una sensación de impotencia que eleva la temperatura de mi piel, y rapidamente puedo sentirlo en mi cara. Me dan ganas de tener una reacción fuera de lo común, como gritar desaforadamente, salir corriendo, romper algo o matar a alguien.
El stress mental es eso que me da cuando una persona habla sin parar y no puedo ni siquiera emitir una interjección. No me deja. Porque no le importa lo que diga, no importa lo que piense, no le importa si lo estoy escuchando. Solo importa vomitar ese mar de palabras que salen dandose codazos de una boca que se mueve a la velocidad de la luz. O esa gente que cuando estas hablando te mira fijamente los labios, y de manerainconsciente y automática, intentan mover su boca del mismo modo que la tuya se esta moviendo.
Es eso que me causa cuando pierdo el hilo en la explicación del profesor; y este, ignorando mi desgracia, sigue y sigue y un tiroteo de conocimientos, que siento que nunca pero nunca voy a poder entender, me ametrallan la cabeza hasta que la frustración me aniquila.
Es lo que me producen las obviedades. La gente que habla al pedo. Que contribuye impunemente a la contaminación sonora...y a mi stress mental. 
Es lo que me genera el contacto físico constante, la calle con demasiada gente, la gente que habla fuerte o ver una lista larga. Es  ver el cronómetro en la cinta del gimnasio mientras corro. Es ver la hora en una teórica.
Stress mental es lo que siento cuando hablé, hablé y hablé, para que finalmente mi receptor no haya entendido nada.
Es que una persona se interponga constantemente y torpemente en el camino, o que se desplace lento cuando yo tengo necesidad de desplazarme rápido (cccorrete!!).
Es la razón por la que odio los semáforos.Lo que me agobia cuando hojeo la guía de problemas de alguna materia, ni bien la compré.
Lo que detesto de cuando me siento a comer y me doy cuenta que me olvidé las servilletas, o el pan, o la mayonesa.
Exactamente lo que me pasa cuando escribo la primera letra de la primera palabra de la primer hoja de muchas, cuando empiezo un resúmen.

Es algo con lo que he tenido que aprender a convivir.
Contar hasta diez. Respirar hondo.

Y no morir ni matar en el intento.

1 comentario:

ASCIA dijo...

hola
te dejo un saludito y si quieres pasar por mi blog de argentinos en Italia

chau