23.3.09

Cuentos cuánticos.

1.51 am. Y yo incursionando en un mundo desconocido, que me succionó toda la materia gris desde el primer momento.Partículas penetrando paredes, pasando por debajo de barreras, entrando a zonas prohibidas con total impunidad, haciéndole fuck-u a Newton, violando el mundo de lo grande y mi salud mental, haciendo difusa la linea entre imaginación, ciencia, y filosofía. Haciendonos dudar...de todo.
Como lo logra el cuento cuántico que sigue.


Principio de incertidumbre: Sólo sabemos... que nadie sabe nada.

Antes que eso ... qué es la certidumbre? Cuando uno sabe algo exactamente acerca de un objeto, tiene certidumbre sobre ese dato, sea cual fuere.
Y cómo llega uno a saber una cosa? De un modo o de otro, no hay más remedio que interaccionar con el objeto. Hay que pesarlo para averiguar su peso, golpearlo para ver cómo es de duro, o quizá simplemente mirarlo para ver dónde está. Esta interacción introduce siempre algún cambio en la propiedad que estamos tratando de determinar.
Por ejemplo, queremos medir la temperatura del agua caliente de un baño. Metemos un termómetro y medimos la temperatura del agua. Pero el termómetro está frío, y su presencia en el agua la enfría. Lo que obtenemos sigue siendo una buena aproximación de la temperatura, pero no exactamente hasta la billonésima de grado. El termómetro ha modificado de manera casi imperceptible la temperatura que estaba midiendo.
O supongamos que queremos medir la presión de un neumático. Para ello utilizamos una especie de barrita que es empujada hacia afuera por una cierta cantidad del aire que antes estaba en el neumático. Pero el hecho de que se escape este poco de aire significa que la presión ha disminuido un poco por el mismo acto de medirla.
Es posible inventar aparatos de medida tan diminutos, sensibles e indirectos que no introduzcan ningún cambio en la propiedad medida?
El físico alemán Werner Heisenberg llegó, en 1927, a la conclusión de que no. Y aunque nos limitemos a mirar una cosa para verla, la percibimos gracias a los fotones de luz que rebotan en el objeto, y eso introduce ya un cambio.
Cuando los objetos que estamos manejando son diminutos, cualquier cambio, por diminuto que sea, adquiere su importancia.
Si lo que queremos, por ejemplo, es determinar la posición de un electrón, tendríamos que hacer rebotar un cuanto de luz en él, y ese fotón, al chocar, desplazaría por completo al electrón.
Heisenberg logró demostrar que es imposible idear ningún método para determinar exacta y simultáneamente la posición y la velocidad de un objeto. Cuanto mayor es la precisión con que determinamos una, menor es la de la otra. Ese es el principio de incertidumbre de Heisemberg.
El principio implica una cierta 'granulación' del universo. Si ampliamos una fotografía de un diario, llega un momento en que lo único que vemos son pequeños granos o puntos y perdemos todo detalle. Lo mismo ocurre si miramos el universo demasiado cerca.
Hay quienes se sienten decepcionados por esta circunstancia y lo toman como una confesión de eterna ignorancia. Lo que no ven, es que lo que nos interesa saber es cómo funciona el universo, y el principio de incertidumbre es un factor clave de su funcionamiento.


Ahora sabemos que el aprender algo modifica ese algo por el mismo hecho de aprenderlo,de modo que, a fin de cuentas, no hemos aprendido nada exactamente.

Cuentos cuánticos que si te los cuentan a estas horas de la madrugada, te rompen la cabeza.

Fue. Necesito dormir. X_X

6 comentarios:

Anónimo dijo...

MMMM te agarró el bajón cuantico! No es que no sepamos como son las cosas, sino que indefectiblemente interaccionamos con la materia para saber como es y ya no es solo materia, es materia y observacion y observador. Como si todo fuera un gran circulo vicioso: medimos lo que queremos o podemos medir(Pero medimos, a fin de cuenta somos la medida del universo). Y Como un dulce, no a todos nos parece igual de rico, pero no por eso no sabemos si nos parece rico o no.

Flo® dijo...

Leo, tu comentario me....emociono (?)
Estaba triste por no saber nada (bajón cuántco) y ahora me pinto la alegría molecular! Y lo que no se lo invento, y sino me como un palito de la selva, pero no voy a saber si es de frutilla o vainilla, o de los dos.

Me parece que AMBOS necesitamos una cura de sueño. X_X

Anónimo dijo...

No sé nada de nada. Pero por un lado hay personas a las cuales no les gusta lo dulce; a lo que me refiero..... que cada uno crea en lo que quiera. Por otro lado, siguiendo la deducción de este texto, cuando te comas un palito de la selva el gusto que sentís no va a ser ni vainilla ni frutilla ni la mezcla porque tu boca ya interaccionó con ellos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! !¿qué gusto tiene la sal? Nadie lo sabe!:S:S:S
Aunque no parezca me gusta la cuántica, la forma en que explica que nada puede ser explicado.... totalmente

Anónimo dijo...

curtansen todos, la posta de la milanga es que no existimos, somos una combinacion lineal de Hamiltonianos

Anónimo dijo...

estan todos pasados de droga. ¡¡¡¡¡comsigasne una vida por favor!!!!!!!!! y eso es bien cierto

Anónimo dijo...

Flor, tus posts son simplemente geniales. No hablo por este en particular, sino (y sobre todo) por todos los anteriores. Ya había entrado algunas veces antes, pero creo que nunca había firmado. Me encanta este pequeño universo que te creaste!
Seguiré entrando para deleitarme entonces.. pero ahora me voy a espiar las fotos jaja
Besos